viernes, 10 de abril de 2009



Desarrollo de su pensamiento

Arendt defendía un concepto de «pluralismo» en el ámbito político. Gracias al pluralismo, se generaría el potencial de una libertad e igualdad políticas entre las personas. Importante es la perspectiva de la inclusión del otro. En acuerdos políticos, convenios y leyes deben trabajar a niveles prácticos personas adecuadas y dispuestas. como fruto de estos pensamientos, Arendt se situaba de forma crítica frente a la democracia representativa y prefería un sistema de consejos o formas de democracia directa.

A menudo continúa siendo estudiada como filósofa, en gran parte debido a sus discusiones críticas de filósofos como Sócrates, Platón, Aristóteles, Immanuel Kant, Martin Heidegger y Karl Jaspers, además de representantes importantes de la filosofía política moderna como Machiavelli y Montesquieu. Precisamente gracias a su pensamiento independiente, la teoría del totalitarismo (Theorie der totalen Herrschaft), sus trabajos sobre filosofía existencial y su reivindicación de la discusión política libre, tiene Arendt un papel central en los debates contemporáneos.

Como fuentes de sus disquisiciones, Arendt emplea además de documentos filosóficos, políticos e históricos, biografías y obras literarias. Estos textos son interpretados de forma literal y confrontados al pensamiento de Arendt. Su sistema de análisis -parcialmente influenciado por Heidegger- la convierte en una pensadora original situada entre diferentes campos de pensamiento y especialidades universitarias. Su devenir personal y de pensamiento muestran un importante grado de coincidencia

Con ocasión de la recepción del premio Lessing en 1959, Arendt comentó en su disertación Von der Menschlichkeit in finsteren Zeiten (De la humanidad en tiempos funestos) su opinión sobre Lessing. En el sentido de Lessing, la crítica sería siempre comprender y juzgar a favor del mundo, de lo que jamás podrá surgir una cosmovisión «que se ha establecido en una posible perspectiva». No es que la «desconfianza» hacia la Ilustración o el Humanismo del siglo XVIII dificulte el aprendizaje de Lessing, si no que es el siglo XIX con su «obsesión por la historia» y su «complicidad con la ideología» lo que está entre Lessing y nosotros. El objetivo sería la libertad de pensamiento «sin el edificio de la tradición», con inteligencia, profundidad y valentía. Una verdad absoluta no existe, ya que, en el intercambio con los demás, se convierte en una «opinión entre opiniones» y en parte de la infinita conversación de la humanidad, en un espacio donde existen muchas voces. Toda verdad unilateral que sólo está basada en una opinión es «inhumana».[48]

Poco antes de su muerte, recalcó en su discurso del premio Sonnig cuanto apreciaba los EE.UU. como estado de derecho. Se trataba en ese caso del imperio de la ley (Constitución de los EE.UU.) y no del de las personas. Sin embargo, como ciudadana norteamericana, seguía conservando la lengua alemana. Subrayó el importante papel de Dinamarca en la II Guerra Mundial, que consiguió, a través de presión política (también realizada por el rey) y de la opinión pública, salvar de la deportación a los judíos que se encontraban en Dinamarca. «No ocurrió en ningún otro lugar».[49]

Tomando como ejemplo la Revolución húngara de 1956, Arendt abogó por en lo político por una república de consejos (Räterepublik)[50] que tomara como base la libertad individual, un ideal de estado que también defendía su marido Heinrich Blücher, que en 1919 estuvo envuelto como espartaquista en las luchas de la Revolución de Noviembre y en la formación de los llamados Consejos de Trabajadores y Soldados. Se basaba en que todas las personas están capacitadas para el pensamiento y por lo tanto para la política y que el espacio político no puede estar reservado para especialistas.

Arendt redactó, a menudo en trabajos de encargo para revistas, ensayos sobre personajes contemporáneos que han tenido importancia por contribuciones extraordinarias en su vida, su trabajo político o literario. Realizó semblanzas de los personajes más variados, como el que hizo sobre el papa Juan XXIII, que escribió con el título The Christian Pope (El papa cristiano). Otras semblanzas biográficas fueron las de Isak Dinesen (seudónimo de Karen Blixen), sus amigos Hermann Broch, Walter Benjamin y Wystan H. Auden, además de Bertolt Brecht, el amigo de su marido Robert Gilbert y la representante francesa del «Nouveau Roman» Nathalie Sarraute. Estos ensayos aparecieron haciendo referencia al poema de Brecht An die Nachgeborenen (A los descendientes) en 1968 bajo el título Men in dark times (Hombres en tiempos oscuros; amplíado con dos textos en la versión alemana: Menschen in finsteren Zeiten, 1989).

HANNAH ARENDT: ¿QUÉ QUEDA? QUEDA LA LENGUA MATERNA 1/3


HANNAH ARENDT: ¿QUÉ QUEDA? QUEDA LA LENGUA MATERNA 2/3


HANNAH ARENDT: ¿QUÉ QUEDA? QUEDA LA LENGUA MATERNA 3/3


ENTREVISTA REALIZADA POR ROGER ERRERA PARA LA SERIE "UN CERTAIN REGARD" EN 1973. SUBTITULADA AL CASTELLANO








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